"-¿No te da pena?, ¿no sientes un escalofrío al verlo, ganas de llorar, o de darle una torta?, ¿No te da rabia que ande con "esa"?-
+¿Debería? Me tuvo y me despreció, siempre estuvo solo y le abracé a la hora de llorar, le cosí las heridas cuando se las abrió...¡le animé a levantarse cuando cayó! ¿No fue suficiente? Pues que pena...aprenderá a crecer y vivir solo.+
-Pero...entiende que quizás no fueras lo que el buscaba como pareja...-
+Lo entiendo, por eso lo olvido, lo que nunca entenderé es como puede estar tan alejado de la palabra amistad como para perderme, y en eso no hay discusión posible.+"
Y es que a veces cuando una relación no es sostenible de forma romántica aun puede abrazarse con la amistad.
Siempre que la otra persona no sea un fracaso de humano.
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