viernes, 29 de abril de 2011

Mi gominola de amor

Es curioso, como he tenido que levantarme de la cama arrastrada por los malos recuerdos.

Acostarme siempre me deja un amargo sabor de boca, porque en cuanto reina el silencio, el miedo y los horribles recuerdos tiñen de matices oscuros mi cabeza.

Sin embargo encuentro tranquilidad al poner música, o alguna película vieja de la cual me se ya hasta la última palabra que se escuchará antes de los créditos.

Al sentarme ante el ordenador venía cargada de tristes historias y con los ojos empañados de pena y momentos que desearía revivir y cambiar.

Y ahora...al mirar la pantalla antes de abrir internet me he encontrado sonriendo en una foto, pero no la típica sonrisa de "estoy posando, patata" sino una carcajada plena, libre de preocupaciones.

Y es entonces cuando me recorre un escalofrío, cierro los ojos y se que está cuidándome, aunque no esté conmigo.

Se a que día en concreto pertenece esa foto, quien me la sacó, porque me reía...y recuerdo con todo lujo de detalles porque es mi día favorito, el más feliz.

Incluso más que ese cumpleaños en que mis amigos aparecieron bajo la ventana con una enorme pancarta de felicitación.


Más que mi primer 10.


Más que el primer beso.


Más que las tardes de cine y chino con mi hermano.


Más que las noches frías tomando chocolate y viendo películas que entonces no entendía con mi padre.

Incluso más que el primer día que escribí algo y me sentí orgullosa de mi misma.

Ese día, solo paseamos por Santa Cruz, solo comimos gominolas y cenamos en un McDonadls, y sin embargo jamás fui tan feliz...nunca me había reído tanto desde el corazón.

Porque no solo fue un paseo, o una bolsa llena de dulces ni una hamburguesa de queso y una ensalada.

Fue el día en que el mundo, y sobretodo él me demostraron que mi pasado ya no cabía en mi mente, porque todos y cada uno de mis pensamientos se debían al presente y al futuro que deseo compartir.

Y con estas palabras...me voy a descansar...enamorada, exhausta y muriéndome de ganas por besar sus labios y que me haga reír de nuevo. 

Sinceramente. Gracias.

jueves, 28 de abril de 2011

Sicarios de nuestra alma

No soy tan joven como para saberlo todo.
Enviar frase
Oscar Wilde (1854-1900)

Quisiera ser sincera, mirar hacia adelante y no echar la vista al pasado...pero cuanto más ando en este mundo más soledad encuentro, más grandes se hacen los abismos, más profundos los hoyos.
Cuando no es el dinero es la necesidad de ser considerado, cuando no es la falta de amor es el exceso de protección.
Quisiera poder vivir siempre bebiendo de la fuente prohibida que son sus labios, como una droga destruyen mis dudas y me elevan al cielo en busca de algo nuevo y fresco en lo que creer.
Lejos de esta tierra...que apesta a muerte.

martes, 12 de abril de 2011

Contando monedas para comprar cigarros

Miro a mi alrededor y todo se está desmoronando.

Las personas a las que quiero lo están pasando mal, la falta de dinero, el amor que termina, los rencores que afloran...todo acaba por devorarlos de una manera cruel y única en cada persona.

El mundo está a punto de estallar, las flores no florecen, el sol ya no sale a su hora porque teme alumbrar la desesperación de tantas almas, los mares se echan atrás en busca de refugio en las profundidades, los bebes pasan hambre, los dulces dejan de serlo.

¿Y yo?

Me resigno y me adapto, como mi padre siempre me enseñó, lucho a espada y soy fría a la hora de atestar los golpes que me alzarán a la victoria, sin embargo en el camino paso miedo y voy con el escudo bien alto, impidiéndome ver bien por donde camino, y haciéndome meter la pata en cualquier agujero que se cruce en
mi viaje.

Pero en una de esas travesías encontré algo inesperado, un tesoro en bruto con el que me siento tranquila y en paz.

Lo clavé en mi escudo y desde entonces no preciso caminar más con él en alza, pero eso me preocupa más.
Al finalizar el día, cuando el sol sale corriendo a su escondrijo donde esperará hacerle el amor a la luna, me siento y en el calor de la hoguera abro mi cabeza a las vivencias del día.
Recuerdo a mis amigos y su sufrimiento, pero me es imposible apartar mi mirada del tesoro y dejar de sonreir.

Me siento egoísta y cautiva por ese deseado sentimiento que me completa y me pierde.
Ni siquiera mis problemas se presentan tan grandes, y donde antes había una montaña ahora hallo un canto rodado.







Temo por el día en que un dragón se alce ante mi y en su lugar vea un pollo, porque entonces será cuando la realidad me prenda fuego y yo solo vea plumas.

sábado, 9 de abril de 2011

Fracaso

De nuevo me encuentro frente a él, me daba miedo este momento porque nunca estuve segura de mis sentimientos.
Me sonríe cabizbajo, también sabe que me hará daño, quiere evitarlo, pero ambos reconocemos que es imposible.
Intento alargar la mano para tocarlo, pero mi torpeza me impulsa hacia abajo con una gravedad mortal, que parece querer aplastarme hasta morir.
Él no logra agarrarme la mano con la fuerza suficiente como para elevarme del suelo y espera, ansioso, a que el destino se apiade de mi cansado corazón.
Sin embargo la imagen se repite siempre que nos encontramos, sabemos el final, pero volvemos a intentarlo, una y otra vez.
Como un amor imposible que es capaz de desgarrar las historias más hermosas.
Él se llama Oportunidad y yo nunca seré capaz de saborear sus labios.

lunes, 4 de abril de 2011

Como un libro abierto

"Dejo de cantar, de beber 
Dejo de joder con mis ideas 
Dejo de ser un calavera 
Dejo de vivir a mi manera. 

Voy a dejarlo para mañana 
El caso es que hoy no tengo ganas 
Lo dejo todo para mañana 
Lo que no que no, quiero ser hoy 
Porque hice mal algunas cosas... " Jarabe de Palo & Joaquín Sabina - Hice mal algunas cosas


Aquella noche todo parecía salir mal, sin embargo como si la vida necesitase hacer feliz a aquellos jóvenes que habían decidido pasar la tormentosa noche en la playa, las nubes hicieron un alto en su descarga y ellos pudieron huir para seguir la fiesta en otro lado.
Marta se sentía inquieta, a lo mejor por la vuelta inesperada que había dado la noche, tal vez porque aquel miedo horrible y oscuro volvía a revolverse dentro de ella.
Llegaron a casa de uno de ellos y decidieron continuar allí la fiesta, sin embargo Marta necesito unos minutos de calma y se fue a la cama.
La oscuridad la fue envolviendo y tomando forma, empezó a soñar, supo que se había quedado dormida en cuanto vio a Hector a su lado, sonriendola maliciosamente.

-Volverá a pasar, una y otra vez, en cuanto seas feliz, en cuanto estés tranquila....todo se irá a la mierda-

Ella intentaba huir de ese pensamiento cuando la voz suave y dulce de Victor llegó acariciándole los oídos, sus manos cálidas se enroscaron en torno a su cintura, y aquella persistente sonrisa devoró su miedo, su angustia, y lo convirtió en necesidad.

-No te vayas, por favor no me dejes sola...- Marta se revolvía nerviosa y en sus ojos empezó a llover como en una tormenta.

Entonces despertó y le vio a su lado, no habían más pesadillas, no existía la soledad, los recuerdos ya no dolían, Victor estaba a su lado en la cama, durmiendo relajado, abrazándola.
La casa aun no se encontraba en silencio, el resto de personas bromeaba desde el salón.
Y tal vez fuese el soporífero conjunto de personas que sabía que no le harían daño, pero al fin durmió, y por una noche, no tuvo pesadillas por las que llorar.

viernes, 1 de abril de 2011

¿Un café para llevar?

Despierto sonriente y te busco con los ojos cerrados a mi lado en la cama, pero en tu lugar solo encuentro soledad.
Me doy la vuelta triste y cabizbaja y me pregunto en que momento te fuiste, si volverás, o si todo fue un sueño.
Abro la ventana para que el calor de la noche se filtre con el resto del mundo, lejos de mi, y entonces me recuerdo a mi misma que debería vestirme antes de acercarme a los cristales que dan a la calle.
Me meto en la ducha y el agua fría me recorre, despertando cada centímetro de mi anhelante piel, me recorro lentamente con la esponja apretando con fuerza para olvidar momentáneamente el roce de tus dedos sobre mi.
Al contrario de lo que pueda dar a entender, no te odio, te extraño, y ese sentimiento me ahoga como una soga al cuello.
No puedo sino soñar con el día en que me esperes al despertar, tumbado a mi lado, sonriéndome como también yo lo hago.
Salgo de la ducha y me pongo ese turbante que tanta gracia te hace, por un momento me imagino estar de viaje, en algún sitio cálido, como Egipto.
-¡Vayamos a ver las pirámides!- Te grito, sin darme cuenta de que estoy sola.
"Bueno" pienso "Se lo diré después", y es que al fin de cuentas se que no tardarás en llegar, has oído mi primer suspiro de la mañana pese a vivir lejos de mi, y eso te ha despertado, no tardarás en llamarme o buscarme por el msn, no pasará más de media hora antes de que te bese de nuevo.
Porque es magia, que estemos conectados de esta manera...¡y sin necesidad de una trenza con tentáculos!
Donde otros ven "ñoñerías" yo veo un sueño, y tú eres el culpable de que se cumplan...día a día.