lunes, 22 de noviembre de 2010
Querido reino...
El cielo de los deseos la esperaba ansiosa, ella tan solo tuvo que trepar la escalera de las promesas con su estrella en la mano, atarle un cordel y colgarla en aquel enorme tapizado azul junto al resto de deseos que los pobladores del reino habían creado en sus corazones, no sabia porque, pero antes de dejar allí su anhelo con olor a chocolate y caricias lo besó en cada una de sus cinco puntas, repitiendo aquel deseo para si misma “Ojalá él venga un día a conocer este reino” y se bajó con cuidado de la escalera mientras su mente era invadida lentamente por los recuerdos de tiempos que aun no pasaron, algunos lo llamarían imaginación, ella lo apellidó predicción y se lo pintó en la sonrisa con un pincel de esperanza diluida en entusiasmo mientras volvía a sus tierras y leía en su cartel de entrada “BIENVENIDOS AL REINO DE LO ABSURDO”
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