Me di cuenta de que no tengo nada de lo que deseaba, no estudio psicología, no me he independizado a la mayoría de edad, ni siquiera he podido comenzar a dar mis pasos en la cocina...
Y sin embargo soy total y absolutamente feliz.
Tengo buenos amigos, aunque aparecen y desaparecen cuando quieren, tengo un novio maravilloso, detallista y dulce, salgo los fines de semana a mi aire, sin preocupaciones, solo a reír, estudio algo interesante y divertido que me gusta muchísimo y por lo que no me importa tener que irme de mi casa nada más terminar de comer...
Ayer, en esos pocos minutos de perdida en mi misma me di cuenta de quien soy.
Soy la persona con más suerte del mundo.
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